sábado, 31 de agosto de 2013

Recital de Patricia Sosa a beneficio de los aborígenes Qom el jueves 29 de agosto de 2013

Quisiera compartir estas fotos de un recital que Patricia Sosa dió para juntar alimentos no perecederos para su O.N.G. "Pequeños gestos, grandes logros". Los alimentos fueron a beneficio de los aborígenes Qom que están siendo castigados en la provincia de Formosa. Este tipo de eventos ayuda a mantener el tema en la agenda de los medios. También estuvieron Juan Carlos Baglietto, Hilda Lizarazu de Man Ray y Sandra Mihanovich con Lito Vitale al piano. El repertorio fue bastante variado, tocaron desde temas propios hasta tango o folclore. El recital fue en "La Usina del arte", un lugar reacondicionado por el gobierno de la Ciudad.










Entrevista a Jaime Martinoli, campeón con Racing Club

Siguiendo con la visita a los campeones de Racing del '67, estuve visitando a Jaime Donald Martinoli. Vive en Adrogué entre los Partidos de Lomas de Zamora y Almirante Brown y muestra mucha modestia al hablar de aquella época, como si lo que hubieran hecho fuera algo de todos los días. Papá no me pudo acompañar aquella vez. Si alguien, por algún motivo, quiere extraer algo de información de esta entrevista, se agradece que indiquen que el autor soy yo, gracias.

Entrevista a Jaime Martinoli (30 de julio de 2013)
¿De donde es oriundo usted?
Yo soy de Esquina, Corrientes. Nací el 5 de octubre del ’40. Fuimos ocho hermanos: cinco mujeres y tres varones. Mis hermanas se vinieron jóvenes para Buenos Aires. Mi padre murió joven a los 56 años. Tano era. Bueno, la crianza recayó en mi madre y en una hermana más. Después mi hermana se vino a Buenos Aires, otra se quedó y mis hermanas de Buenos Aires nos trajeron a mí a mi mamá.
¿Cómo era su vida en Corrientes de donde vino muy chico?
Vine a los nueve o diez años, pero yo hoy ya estaría viviendo allá. No sé si se vive mejor, quizá no tenga todas las comodidades pero lo llevo en el alma. Hace cuarenta años que voy en Semana Santa a pescar. Porque ya no tengo familiares allá en el pueblo. A 120 kilómetros yendo para Corrientes hay un pueblito que se llama Santa Lucía. Ahí vivió un hermano que murió hace ocho años y viven mi cuñada y mi sobrino. Pero mi sobrino ahora está radicado en Corrientes capital, son casi 300 kilómetros. O sea que mi cuñada está sola ahí en Santa Lucía. Cuando voy me quedo allá, voy a pescar. Hay diez o doce personas que quieren que me vaya a vivir allá. Me ofrecen todo: hotel, coche, casa. ¡Todo me ofrecen!
Pero usted se acostumbró a vivir acá o lo está pensando…
Pero es que yo tengo tres hijas acá…Una está casada y dos viven conmigo.
¿Cómo empezó su carrera?: Antes de Racing estuvo en Banfield.
Sí, me inicié prácticamente a los 18 años. Jugaba en los potreros y un hombre vino, yo jugaba acá a cinco cuadras: hay un club que se llama Progreso. Ahí jugaba con Luisito Suárez, un 9 que estuvo en Independiente, y jugué con otro que jugó en Boca…Fernández. Fernández jugó en Boca y después se fue al Uruguay a jugar. Había otro jugador, que también vivía acá a cinco cuadras que jugaba de 3 en Vélez y creo que jugó en Boca también…Atela. Yo era el menor, tenía 16 o 17 años, y jugué con tres o cuatro jugadores acá en los potreros…
Llegaron todos a jugar en Primera División.
Sí, si, todos llegaron a Primera. Y entonces un hombre me vio del barrio y me dijo: “¿porqué no venís a practicar en Banfield para probar?”. “Y bueno…voy” le digo. Yo tenía casi 18 años. Fui y quedé, enseguidita quedé. Empecé en la Tercera División. La Tercera jugaba los domingos a las 9 de la mañana y tenía que viajar desde acá. Antes no había remises, no había combis, no había nada. A pulmón había que llegar. Tenía que salir a las 5 o 6 de la mañana de acá. O de mi casa (su casa anterior) que está a 8 cuadras de acá. Acá es Frías, yo vivía del otro lado de la avenida que es Hipólito Yrigoyen que llega hasta Avellaneda. Derecho salís al Puente Avellaneda. Bueno, entonces me dice: “Vení”. “Bueno, voy y pruebo” y quedo. Enseguida firmé y empecé a jugar en la Tercera División. Pero a la mañana temprano…tenía dos horas de viaje en colectivo y si tenía suerte… Bueno, jugué unos tres partidos y después empecé a jugar en Reserva. La Reserva jugaba los sábados antes de la Primera. Jugué en Reserva y los tres últimos partidos del ’58, cuando empecé, jugué en Primera.
Tres partidos en Primera y después pasa a Racing.
No, no. Eso fue en el año ’58. Al empezar, digamos…Me acuerdo que jugué contra Deportivo Español. Jugaba Bilardo, por eso me acuerdo y… ¡Mirá vos lo que son las vueltas de la vida! Jugué contra El Porvenir en donde jugaba Luis Carrizo que, después de muchos años, jugamos juntos en Racing. Después seguí…’58, ’59, ’60…seguí en Banfield. En el ’62 no jugué muchos partidos pero estaba siempre en el equipo y ascendimos a Primera. Cuando se cumplieron 40 años (del ascenso en 2002) me llamaron del club (Banfield), me entregaron una medalla y después cuando se cumplieron 50 años en 2012 me llamaron y me dieron otra medalla.
Yo por el ’64 todavía jugaba en Banfield. Salimos con Banfield un 15 de diciembre del ’64 y fuimos a una gira por todo Centroamérica. Por Honduras, Guatemala, ¿sabés lo que era…?: ¡Indios!…por aquella época había indios. Fuimos el 15 de diciembre y volvimos el 15 de febrero del ’65. Estuvimos dos meses dando vueltas. A Costa Rica también fuimos, fuimos a jugar un solo partido y terminamos jugando tres partidos. Tenían tres o cuatro equipos fuertes pero…Banfield era un equipo de Primera B digamos que recién ascendía…y jugamos tres partidos. ¡No nos dejaban ir! (se ríe). Volvimos el 15 de febrero del ’65. Bueno, bajamos del avión y nos vino a recibir el presidente (de Banfield), que en aquel tiempo era Don Valentín Suarez, que fue presidente de la AFA también. Me llama y me dice: “Mirá que vos sos de Racing, ya no sos más de Banfield. Tenés que ir a Racing”. Yo me quedé frío…Resulta que en el ’64 Racing compró a un número 8 que tenía Banfield: Luis Maidana. Jugó con Menotti, con Sacchi, eran un equipazo…pero él anduvo mal. Entonces Racing lo devuelve y Banfield puso cuatro jugadores: “devolvé a Maidana y ¿qué queres?”. Bueno, me pidieron a mí. En aquel tiempo estaban dirigiendo en Racing dos jugadores famosos: Ernesto Gutiérrez y Juan Carlos Giménez que habían jugado en la selección y todo…Fui en febrero del ’65. Cuando volví (de la gira) a la otra semana ya fui. Justamente en ese momento a la semana se iban Sacchi y Menotti para Boca. Yo practiqué con los dos, porque nos quedábamos pateando a la tarde después de terminar el entrenamiento y después ellos se fueron a Boca y Boca le dio (a Racing) a Rulli, a J.J. Rodríguez y a un paraguayo, un número 7, buen jugador: Giménez. (en realidad mi papá dice que el nombre del jugador es Ferreira. Parece que se llama Benicio Ferreira y que fue un delantero paraguayo muy querido en Olimpia) Era buen jugador pero muy caliente. Los jueves hacíamos prácticas de fútbol, jugaba de wing derecho y lo marcaba el “Panadero” Díaz. A los 10 minutos ya se agarraban a las patadas, a las trompadas: ¡pum! se daban los dos… (se ríe) El “Panadero”, caliente al mango y el otro (Giménez) era hábil, era ligero y (Díaz) lo paraba dándole patadas. Al otro no le gustaba que en una práctica le den patadas. No aguantó y se tuvo que ir: se fue. Nunca más volví a oír de él. Quedaron Rulli y J.J. Rodríguez. Después vino Maschio. Ya te digo, en el ’65 estuvimos regulares, por mitad de la tabla. Después vino el técnico Pizzuti a fines del ’65 y fue armando el equipo. Cejas, el arquero: era joven: Pizzuti lo puso en Primera. Perfumo estaba ahí: entre Primera y Reserva. Basile también, estaba ahí. Lo puso a Perfumo, Martín ya venía de Chacarita; era el 4, era grande. Martín, Perfumo, Basile y el “Panadero” Díaz que también estaba en la Tercera: Pizzuti lo puso en Primera. Un fenómeno, para mí fue un fenómeno: el “Panadero” fue un fenómeno…y así fue armando el equipo.
Rulli que venía de Boca, que no cabía en Boca: no es fácil…por Boca han pasado jugadores fenómenos que no tuvieron suerte o no tuvieron oportunidades. Vino Rulli de 8, estuvo diez puntos. Después en el ’65 se fue Pastoriza a Independiente. Era de Racing, en el ’65 yo jugué con él. Y vino Mori que encajó en el mediocampo. De 10 vino Maschio, salía con el 11 pero era mentira… Rulli, Mori y Maschio. Adelante jugaba yo de 7, Cárdenas de 9, y J.J. (Rodríguez) de 10 digamos…Y así se fue armando el equipo. Empezamos a ganar, empezamos a ganar, empezamos a ganar… ¡cosa de locos! (se ríe) Lindos recuerdos…Pizzuti sabía como dirigir, veía condiciones en el jugador para ascenderlo, puso a cuatro: a Cejas, a Perfumo, a Basile y al “Panadero”. Puso a cuatro pibes que andaban bien pero que antes no cabían porque había figuras. Y las figuras siempre juegan primero como en todo equipo.
Maschio también destaca que para conseguir los resultados fue importante el preparador físico Rufino Ojeda.
Sí, buen tipo, buen tipo. Nos preparamos bien, nos preparamos bien. Pero, claro, no teníamos la velocidad que tienen ahora. Lo que pasa es que ahora juegan a tanta velocidad que a la pelota la pierden o la tiran a la miércoles.
Me acuerdo que nosotros en el ’66 íbamos a La Cumbre (en las sierras de Córdoba) de pretemporada y había que laburar. O sino a la arena para hacer fuerza. La preparación física es fundamental. Ahora más todavía. Porque, aunque sepas poco, si estás bien preparado lo agarrás (al rival), lo mordés, lo empujas, lo que sea pero que no te pase… (se ríe) ¡Ahora se juega así!
Usted en el ’66 resultó segundo como goleador con 18 goles detrás de Artime. Cómo se define: ¿como delantero goleador o como delantero de punta?
Sí, yo hice 18 goles. Lo que pasa es que, en ese tiempo como le pegaba, dicen mis compañeros, bastante bien; donde yo la quería poner la ponía. De 20, 30 o 40 metros, no había problema. Entonces Pizzuti me dice: “Vos tenés que patear los corners desde acá y desde acá (señala las dos esquinas de la cancha). Los tiros libres pateálos al arco o tirá centro”. Los penales los tenía que patear yo, o sea que no estaba siempre en el área. Si el área está acá, yo tenía que patear de acá. Los hice (los goles) porque se presentaron las situaciones. Según ellos le pegaba bastante bien. Yo le pegaba fuerte, aparte le pegaba con las dos piernas: hay pocos jugadores que le pegan fuerte con las dos piernas.
Lo que dice el libro de Clarín cuando Racing cumplió 100 años y según leí usted: “tenía capacidad para lanzar centros chanfleados que aprovechaban los cabeceadores”.
Sí, si (se ríe).No sé si es que justamente iban a la cabeza… Cabeceaba Raffo, cabeceaba bien. Era como yo de altura (según una figurita de la colección Sport mide 1,69 metros), no era alto. Desde atrás entraba el “Panadero” Díaz que saltaba arriba de esto (levanta el brazo hasta el techo). Después estaba Basile. Ellos se cansaban de hacer goles…Con un corner o un tiro libre mío: adentro. El contrario se defendía siempre bien atrás, pero la pelota iba siempre a la cabeza de mis compañeros. Así hacíamos goles a rolete. Roberto (se refiere a Perfumo) decía que yo la ponía donde quería, pero para mí era fácil. Lo que pasa es que yo me quedaba practicando horas. Primero vamos a suponer: viene la práctica, el partido y después yo me quedaba dos horas peloteando al arquero, pegándole de zurda, de derecha, con pelota parada y pelota en movimiento. Pienso que ahora no practican los chicos. Termina la práctica, agarran el coche y se van… les falta estar más en contacto con la pelota. Eso es lo que pasa, pero bueno: es la era moderna.
¿Tiene usted algún parecido con algún delantero de las últimas décadas como el “Piojo” López por ejemplo, como delantero de punta?
No, el “Piojo” López, nada que ver conmigo. El “Piojo” es zurdo, era ligero, tiraba buenos centros. Pero yo no era veloz como él. Yo salía con el 7 pero me iba acá (señala el centro del ataque) y acá estaba Cárdenas. Cárdenas venía acá (señala la punta del ataque).
Alternaban posiciones.
Yo de acá (señala la punta derecha del ataque) me iba a la izquierda donde estaba J.J. Rodríguez y él venía acá (señala la punta derecha del ataque). Yo no era “wing wing”. Un wing para mí fue Bernao (delantero de Independiente, contemporáneo) que no salía de la raya, o el “Piojo”…yo me daba cuenta que a los marcadores no podía desbordarlos. Era veloz pero no tenía la velocidad para desbordar, para pasarlos en velocidad. No podía, entonces me iba al medio, él (J.J. Rodríguez) venía acá (señala la derecha del ataque) y hacíamos esa tramoya (se ríe).
Mi papá comentó con Cárdenas que, cuando iban a salir campeones en el ‘66, tocaba jugar con Boca. Era un partido que ganaron 3 a 2 y el último gol para ganar lo hizo Cárdenas sobre la hora con un centro suyo. Lo que él recuerda es que estuvieron un rato largo gritando el gol porque ya sabían que eran campeones. Y ellos tenían la duda de si usted había tirado el centro con la pierna derecha o con la izquierda. Mi papá decía que era con la derecha y Cárdenas decía que fue con la izquierda porque la derecha la tenía dolorida, y entonces se frenó y le dio con la izquierda.
Estaba lesionado. Lo que pasa es que en esa época no se podían hacer cambios en el 2º tiempo. Vos podías hacer cambios en el 1º tiempo, en el 2º tiempo ya no podías: o salías de la cancha o te quedabas con un hombre de menos. Entonces yo me quedé y justo me agarró un dolor acá (se toma el muslo de la pierna derecha) y no podía caminar y ¿qué hago?: me quedo. Entonces Marzolini estaba ahí y vino la pelota y la paré acá, lo veo al “Chango” que entra a espaldas del número 2, Silveira (Alcides, defensor de Boca). La acomodé con la derecha y le pegué con la izquierda, es fundamental para un jugador de fútbol tener las dos piernas. Es una ventaja tremenda. La puse atrás del defensor, el “Chango” la paró con el pecho y la puso por arriba de Roma. Les ganamos. El primer tiempo lo ganamos 2 a 0. Después el Tanque Rojas (Alfredo, goleador de Boca), la bestia esa… (se ríe) igualó. Pero les ganamos. Estaba la cancha que se caía, ¡repleta! Afuera y adentro les llenamos la cancha, se llenaba la cancha. La verdad es que teníamos una hinchada increíble. Los últimos 39 partidos ganábamos, empatábamos, ganábamos, empatábamos, seguíamos, seguíamos, seguíamos…Lástima que a los 39 River nos sacó el invicto. Íbamos 0 a 0, de acá hasta la pared estaban el arco y Carrizo; y el “Chango” Cárdenas le pega con alma y vida. Carrizo levantó la mano, la pelota le pegó y se fue por arriba del travesaño. Eso fue un domingo. El miércoles siguiente, porque los miércoles hacíamos un asado en la cancha de Racing y lo invitamos a Carrizo. ¿Y vos sabés que vino? Y ahí comentó como fue la jugada. El “Chango” lo quemó, a tres metros al borde del área chica le pegó con alma y vida y dice: “Yo abrí la mano, no es que la ví venir. Yo abrí la mano, me pegó acá (se golpea la palma de la mano) y salió por arriba del travesaño”. ¡Mirá vos! Me acuerdo patente de eso, de Amadeo. Porque nosotros le hacíamos el 1 a 0 y ya cambia…No era para defenderse o cuidarse, pero también ellos tenían un buen equipo: Más, el “Loco” Cubilla (Luis, delantero uruguayo), buen jugador Cubilla: lo volvió loco al “Panadero”. El “Panadero” era buen jugador también. Pero siempre hay algo un poquito mejor, tenía buen equipo River. Ganaron bien, ganaron bien…
Por otro lado, si nosotros llegábamos invictos a los 43 partidos sin perder, la marca de cigarrillos 43/70 nos daba un millón de pesos a cada uno. Perdimos contra River y volvimos a perder de nuevo al partido 53º: íbamos ganando, íbamos empatando y no volvimos a perder hasta el partido 53º. En el 53º perdimos. Pero si llegábamos a los 43, según promesa de Nobleza Piccardo, nos daban un millón de pesos a cada uno. Teníamos que llegar a los 43. Un millón de pesos en aquel tiempo era plata, y yo creo que ganaba $75 mil o $100 mil por mes. Pero era mucha plata: si yo compré un Fiat 1500 en el ’66 por $450 mil ¡Mirá si era plata un millón de pesos por llegar a los 43! Pero no se dio.
Dentro de la racha de 39 partidos leí en el libro de Clarín que seleccionaron 100 mejores goles de la historia de Racing, y hay uno para salvar el invicto y seguir ganando que fue un gol que hizo usted contra Gimnasia un 26 de junio (Fecha nº 17). Lo que leí es que usted dice que : “creo que fui un factor importante para salvarle el invicto a Racing: esa fue la satisfacción más grande que tuve. Estábamos por perder el invicto porque faltaba solamente un minuto para el final del partido. Ellos estaban jugando mejor hasta que Mori le dio a Basile y Alfio me la cabeceó cuando se la pedí. La agarré justo de volea y entró junto al palo lejos del arquero. Así nos pusimos 2 a 2”.
Sí, ellos prácticamente ya tenían el partido ganado. Dos veces estábamos perdiendo y empaté. Estaban todos ellos: 8, 9, 10 jugadores de ellos todos en el área; y yo la agarro un poco más atrás del borde del área, viene la pelota y le pego. Le pego a aquel palo, suponete que está allá. Y la pelota iba haciendo así (haciendo zigzag) esquivando a los jugadores porque había unos 8 de ellos más nosotros atacando para ver si lo podíamos ganar. Se acerca la pelota y se fue, se fue, se fue y se metió…
Y usted ¿tenía práctica, tenía técnica para darle ese efecto a la pelota?
Yo le pegué con alma y vida y la pelota…son esos días en que lo tenés que hacer y nada más. Porque: ¿Cuántas piernas hay en el área? Si son 8 jugadores de ellos más 5 de nosotros…sin embargo la pelota siguió, siguió, siguió y se metió allá en el palo. Capaz que no perdíamos el campeonato, perdíamos el invicto. Perdíamos el invicto, nada más. Con Lanús también (en la fecha nº14). En Lanús se hizo de noche y les ganamos 2 a 1. Fue un partido muy difícil, aparte Lanús tenía un muy buen equipo, buenos jugadores: Silva, Acosta y la mar en coche… (se refiere al equipo apodado “Los albañiles” porque construían muchas paredes entre ellos). Nosotros no nos entregábamos nunca. La gente, hasta que no terminaba el partido no se iba. Porque, si íbamos perdiendo, sabían que lo empatábamos a los 44, 45 o lo ganábamos. Y pasó así. Es increíble pero hay que verlo para creerlo.
El equipo del ’66 tuvo varias goleadas: contra Quilmes, Chacarita, Estudiantes, Argentinos Juniors y a Ferro de local y visitante.
Yo a Quilmes le hice 4, creo que ganamos 5 a 1(en realidad Racing ganó 5 a o en la fecha nº 4). Y a Ferro un día de lluvia que había un barrial impresionante…
¿En cancha de Racing o en Ferro?
En cancha de Ferro, le hice 3 (Racing ganó 6 a 0 en la fecha nº 30). El único de los 11 titulares que no hizo un gol fue Martin. Buscábamos la manera de dársela para que la meta: hicimos todo, todo.
Y siguió haciendo goles a Estudiantes, Argentinos Juniors, Chacarita…
A Estudiantes también, a Chacarita, al equipo este que está en Villa Crespo: los rusos…Atlanta. Les hice 2. (Fecha nº 20)Hice un gol que hasta yo no podía creerlo. Salimos desde la mitad de la cancha, desde el círculo y empezaba el segundo tiempo. Hice 5 metros para adelante y le pegué al arco y se metió. Pero se me dio por pegarle y ¡listo!: el arquero era Biasutto (Carlos). Se ve que no esperaba eso: cuando se dio cuenta ya estaba adentro. Ganamos ahí nomás, 3 a 2: tenían buen equipo también. Estaba Griguol creo…
Usted fue tapa de El Gráfico en septiembre de 1966… (fue la tapa después de haberle ganado 3 a 0 a Estudiantes en la fecha nº 27 en donde hizo un gol y quedó momentáneamente como goleador del campeonato con 13 goles) .
Sí, tengo la revista con la tapa. No la tenía y una vez fui a una cena de una filial que está en Ciudadela y un hombre de unos cincuenta años me dice: “¿vos tenés la revista de El Gráfico en donde saliste en la tapa?” . “No” le digo. “La ando buscando pero no la encuentro". "Yo la tengo” me dice. “Bueno, porqué no me sacás fotocopias de la tapa para tenerla de recuerdo”. “No, yo te la traigo y te la doy” me dice: me trajo cinco Gráficos (se ríe). La tengo ahí guardada, yo la quería conseguir pero se me presentó este muchacho ahí en una cena para 500 personas y me dice: “yo te la voy a traer”. Al año siguiente hicimos otra cena ahí y vino y me trajo cinco Gráficos.
¿Porqué motivo se hizo esa tapa? ¿Racing ganó…?
Fue al principio del campeonato (en realidad fue al principio de la segunda ronda), yo ya tenía 13 goles. Serían cinco o seis partidos y ya tenía 13: por eso salí en la tapa.
Y al final del campeonato tenía 18.
Sí, aparte 3 partidos no los jugué porque estaba lesionado. Porque fíjate que la pierna la tenía mal y Artime (de Independiente) hizo 21. Yo podía haberlo igualado o estar ahí, pero me perdí tres partidos. Jugué 35 y el campeonato era de 38 partidos.
Esa tapa es de septiembre del ’66. Hay otra tapa de agosto del ’66 en donde usted está festejando con Mori, con Maschio y con J.J. Rodríguez. ¿Que pasó en ese partido?
¿Contra quién decís vos?
No sé. Tiene fecha del 23 de agosto del ’66 y están los 4 abrazándose (Es de la fecha nº 24 cuando Racing le ganó 1 a 0 a Banfield).
(Se ríe) ¡Hay tantas fotos de esas!
Algunos dicen que Racing fue un adelantado a Holanda de 1974, “la Naranja mecánica”. Dicen que fue una especie de antecesor.
Uuuuhhhh, bueno… (se ríe). Fue un buen equipo. Pero para mí la mayor alegría que tuve fue jugar al final del año ’66 contra Bayern Munich cuando Racing inauguró una nueva iluminación en la cancha. Vinieron todos los monstruos: Beckenbauer, Gerd Muller, Sepp Maier (Bayern Munich era el campeón alemán): ¡unas bestias! Yo los veía por televisión y ahí los voy a enfrentar…Les ganamos 3 a 2: ellos caminaban, no creo que se esforzaran…Eran unas bestias, un equipazo. Había media selección de Alemania jugando en la cancha de Racing contra nosotros y que: ¿se van matar jugando? Era como todo, vienen a cumplir con un contrato y nada más. Porque si hubieran jugado en serio nos podían hacer 5, 6, 7 ¡que se yo! El marcador mío, el 3, venía acá y estaba al lado mío, me iba al lado de mi arquero y estaba al lado mío, me iba a la otra punta y estaba al lado mío, me iba al baño y estaba al lado mío (se ríe). ¡Me seguía a muerte! eso es marca hombre a hombre. No lo podía perder de vista. Aparte medían 2 metros, 1,80; 1,90… ¡Nooo, impresionante! Una fuerza, una velocidad…Sin embargo, nosotros tocándola, jugándola…Te digo: les ganamos bien pero para mí que jugaron a un 50%. Con los amistosos pasa eso, aparte no van a venir a arriesgar a que les pase alguna lesión y se pierdan seis meses…
En el ’67 le habían agarrado las lesiones. Seguramente hoy en día a las dos semanas ya estaría curado por cómo avanzó la medicina. ¿Cómo hizo en esa época para encarar las lesiones?
En enero o febrero del ’67, antes de empezar el Campeonato local, no estaba bien, me lesioné acá (se toma el muslo de la pierna derecha). Era un desgarro crónico. Era un desgarro así chiquito y no se curaba. Me daban inyecciones, me daban pastillas y no pasaba nada. Entonces Pizutti me dice: “Si te querés operar, operate. Pero mirá que vamos a tener que jugar el Campeonato y la Copa Libertadores”. Si me opero por ahí podía tardar 3 meses como podía tardar 6 meses u 8 meses: una vez que “abran” no sabía…En aquel tiempo no habían los grandes “pollos” y me llevó una semana pensarlo. Pensaba: “me voy a perder 8 meses, y dos campeonatos. Por ahí no es nada, puedo aguantar”. Y le digo: “Maestro: no es fácil aguantar esto, por ahí aguanto, por ahí no”. Me dice: “Decidí vos: eso queda en vos”. Bueno, lo pensé una semana y le digo: “Maestro, voy a seguir”. No aguanté mucho: jugaba un partido, tres (partidos) me paraba hasta que llegó el primer partido por la Copa Libertadores contra River en la cancha de Racing y ahí dije “no va más”: aguanté medio tiempo. Se me endurecía el muslo, se me ponía como un ladrillo. Tomaba pastillas para calmarme y me daban inyecciones también para poder aguantar. Pero a la media hora se me puso el musculo duro, duro, duro como una piedra…Y me dolía, entonces trotaba o corría pero no le podía pegar a la pelota porque usaba esta (se señala la pierna izquierda). Entonces me paraba por 15 o 20 días y después podía volver a jugar. Durante la Copa Libertadores contra los colombianos creo que jugué un partido, pero jugué muy pocos partidos…
Por lo que ví en el fixture de los resultados hubo un partido de la primera ronda en que usted hizo dos goles y después no figura más. ¿Ahí fue cuando se decidió a operarse?
Sí, me operaron y me llevó 8 meses la operación. Me operó el Jefe de AFA, era un hombre grande, Covaro no, era otro, me dieron 32 puntadas y cuando me “abrieron”, como me daban inyecciones, me sacaron un cacho “así”, como bofe, como el hígado pero más duro y estaba negro…Estaban las inyecciones, pero el líquido no se disolvía. Entonces me sacaron seis cachos de músculo, de carne, de todo y me cosieron. Por eso es que me llevó ocho meses. Cuando le pegaba un poquito fuerte ya me dolía…Volví para junio o julio del ’68. Fue ese campeonato que jugamos un triangular con River y Vélez (En el Nacional ’68 Racing empató el 1º puesto con River y Vélez. Jugaron un triangular que ganó Vélez). El campeón subía para la próxima copa: ese año creo que no se jugó o no entró un equipo argentino.
En esa primera ronda mi papá me comentó que de repente perdieron por goleada con un equipo boliviano y se reunieron…
(Interrumpe) Nos tocó jugar allá a 4000 metros de altura: no podés caminar en Bolivia. Estábamos en un hotel en el centro y caminás cien metros, te falta el aire. Imaginate en la cancha y corriendo: ellos eran aviones al lado nuestro. Vos querés correr todo lo que puedas y ellos te pasan por arriba como si nada…No entiendo porque ellos vienen acá y corren igual que nosotros. Salía del hotel, caminaba cien metros y me volvía al hotel enseguida…¡Te falta el aire! Jugué el primer partido allá, perdimos…Era un partido que jugué. La única vez que pise Bolivia fue con Racing, después nunca más.
Lo importante es que, después de ese partido se juntaron y dijeron: “vamos a jugar en serio” y no volvieron a perder, no volvieron a tener un partido jodido.
(Se ríe)Puede ser: lo que pasa es que, en ese lugar, Argentina ¿cuanto perdió el año pasado? (perdió 6 a 1 el día 2/04/09) con Messi, ¿cuanto perdieron? ¿4, 5, 6, le hicieron?
En ese grupo había alguien que hablaba, alguien que motivara?
Sí, hablábamos todos, pero todos puteábamos no contra el país ni contra los jugadores: ¡contra la altura! No podés respirar. El más jodón era Rulli, hasta ahora lo sigue siendo. Es jodido, siempre está puteando. Habla, hace un chiste. Martin es el más “seco” de todos. Carrizo (Luis, arquero suplente) era otro, le gustaba la joda. Pero bueno: había que tirar para adelante. Después fuimos a Colombia (contra Independiente de Medellín), después jugamos contra el equipo de Bolivia. Con Colombia allá ganamos, vinieron acá y les ganamos por goleada pero en Bolivia no podés…Y seguimos en la copa porque River…Ah, también jugamos contra los peruanos (Universitario). River jugó allá, contra Universitario, y en Universitario le tocó patear un penal a Chumpitaz (Héctor, defensor de la selección de Perú) que hacía goles desde 60 u 80 metros igual. Pateó desde los 12 metros y el Loco Gatti…se la sacó. Si hacía ese gol, nosotros quedábamos afuera (terminaron empatando 2 a2).
Incluso Racing jugó un tercer partido de desempate con los peruanos para ver quien pasaba a la siguiente ronda.
Algo así, porque ellos acá…Eran dos equipos peruanos (jugaron Universitario y Sport Boys). Universitario vino a la cancha de Racing y nos ganaron 2 a 1: Racing perdió acá. Después seguimos jugando y llegó ese partido fundamental, River contra Universitario: si hacía ese gol Chumpitaz nosotros estábamos afuera. Justo el “Loco” Gatti se la sacó. Y eso que tenía un cañonazo que te mataba… Si pateaba desde afuera del área era medio gol…Pienso que tuvimos un Dios aparte. Éramos once y había cinco o seis chicos con buenas condiciones, pero no teníamos como ahora dos equipos, o 30 jugadores. Teníamos a Vilanova, Rambert, Parenti y a varios más. Pero jugábamos siempre los mismos. Estando rengo o más o menos: “y vos ¿cómo estas?”. “Y yo…”, “podés, seguís?”. “Sí, vamos adelante”, el “Panadero” se esguinzó mil veces en la pata y se enyesaba con cinta blanca, entraba y se mataba. No arrugaba…
En ese torneo a qué otros equipos veía fuertes. Qué otros equipos estaban para salir campeones.
En ese tiempo los brasileños (Cruzeiro) también pero no eran tan fuertes: eran fuertes allá. Los colombianos (Santa Fé e Independiente de Medellín): nada que ver…Nosotros jugamos en Bogotá y en Medellín pero, en aquel tiempo, los colombianos no tenían equipo.
Entonces estaban Universitario de Perú, River, de Brasil…
Los de Brasil eran buenos jugadores pero no eran fuertes, ni marcadores a muerte: no eran guerreros. No tenían fuerza para llegar a ser campeones. Los peruanos sí: Universitario tenía un muy buen equipo: atrás y adelante. Eran buenos jugadores.
¿Y los uruguayos?
El mismo Nacional tenía un equipazo y Peñarol también. Si te fijabas los jugadores uno por uno, eran uno mejor que el otro: ¡un equipazo! Aparte eran fuertes: marcaban fuerte y jugaban fuerte. No los pasabas así nomás ¡¿ehh?! Nooo, en aquel tiempo Nacional y Peñarol le podían ganar a cualquiera. Racing le ganó a Nacional, yo jugué el primer tiempo y después ya no jugué más. Jugaron tres partidos. Porque Racing eliminó a Nacional para jugar contra el Celtic. El primer partido acá salió 0 a 0, fuimos allá y nos empataron también. Después fuimos al tercer partido en Chile. Tenían una gran bronca ellos porque, si hubieran ganado, jugaban contra el Celtic; pero Racing lo eliminó…
Desde Argentina hubo hinchas de Boca, Independiente, River, Estudiantes y de otros clubes que acompañaron al equipo a Montevideo junto a los de Racing.
Sí, en aquel tiempo sí. En realidad yo no jugué la final contra el Celtic ni el “Panadero”. Él también estaba lesionado como yo. Pero la Comisión de Racing nos llevó. Pagaron el viaje, el hotel, todo. A la vuelta, cuando bajamos en Ezeiza, agarramos por el Centro hasta la cancha de Racing. Estaba lleno de gente: había hinchas de River, de Banfield, de Boca festejando por la cancha, en aquel tiempo… 

Después fueron a jugar a la cancha de Independiente y también los homenajearon.
Sí, cuando jugamos con Independiente nos pusieron una banda cruzada como a los presidentes, entramos a la cancha y nos dieron una a cada uno. Pero ahora es otra cosa, se matan entre ellos, no sé porque. Pero antes nosotros viajábamos…a la cancha de Racing y almorzábamos dos horas antes del partido e íbamos a la cancha de Independiente caminando. Ellos hacían lo mismo. Ahora por una pavada hay que ir en micro. Racing ahora tiene que ir en micro a la cancha de Independiente. Independiente tiene que ir en micro a la cancha de Racing: ¡porqué cambió tanto, no entiendo yo eso! ¿Fumás?
No, Gracias.
Yo empecé a fumar a los 34. Ahora me los fumo todos juntos.
Si uno es deportista se tiene que cuidar...
¡Claro! De los grandes compañeros que tuve, los que fumaban desde que empezaron eran el “Panadero” y Basile. ¡Ah! Roberto (Perfumo) también fumaba. El año pasado estuve con él en una cena en la sede de Racing y le digo: “Roberto ¿seguís fumando?”. “No” dice, “dejé porque sino me iba…” ¡El fumaba como escuerzo! En el vestuario, en cualquier lado fumaba... Perfumo, Basile y el “Panadero”. Yo empecé a fumar cuando me retiré a los 33 o 34 años. En el ’70 me fui a Chile, mi señora quedó de encarre y se vino en octubre del ’70. Yo terminé el campeonato en diciembre del ’70. Como tenía vacaciones me quedé dos meses más. En febrero en Chile se armaba el campeonato en la playa y los mejores hoteles armaban sus equipos. Claro, todos los jugadores tenían vacaciones. Cada hotel agarraba 11 jugadores de Primera y armaba un equipo y se armaban los partidos los viernes, sábados y domingos. Todos los fines de semana teníamos campeonato.
¿Eran torneos amistosos?
Era un campeonato de playa.
Usted había ido a Chile a seguir con su carrera deportiva. ¿En qué equipo jugó allá?
Era un equipo de Primera pero era chico: Unión La Calera se llama. Ahora está en Primera. Está más o menos prendido ¿viste? Porque yo me entero hoy por la televisión que pasan a los equipos de Chile, Perú… Me acuerdo que en aquel tiempo no sabían ni entrenar, no sabían ni correr, no sabían nada. Eran los ’70 ¿de cuántos años estamos hablando?: de 40 años atrás. Cuando fui a Newell’s en el ’69 me agarró una úlcera y me perdí todo el año. Todo el ’69 comiendo leche, arroz, crema. Volví a practicar ponele en noviembre o diciembre en Racing y en enero vino un empresario: “¿Te querés ir a Chile?”. “Sí, si me conviene no hay problema”, le digo. Bueno, fui allá; era un equipo chico: ganábamos, perdíamos: nosotros jugábamos a otra cosa…Y nos tocó jugar la final para el descenso contra Palestino, un equipo árabe. Porque está Colo Colo, las dos universidades (Universidad de Chile y Universidad Católica) y Palestino: son los 4 equipos más grandes que tiene Chile. Palestino tenía un equipazo con jugadores de renombre, nosotros éramos un “rejuntado” digamos. El primer partido perdimos 3 a 2 en la cancha de ellos en Santiago. Después fueron a la cancha nuestra y les ganamos 4 a 0. Yo hice 3 goles. Después se jugó el tercero en Viña del Mar y salimos 1 a 1. Ellos se fueron al descenso y Unión La Calera se salvó, después me vine. Me vine a fines de febrero del ’71 y ya no quería jugar más. Vino uno que dirigía Quilmes y me llamó, fui a Quilmes pero estaba en Primera B. En ese tiempo, en el ‘71 ¿sabés quien era el arquero?: Ubaldo Fillol. El otro pibe que tenía 17 años era Julio Villa que ya pintaba…gambeteaba con las dos piernas, le pegaba con las dos piernas pero no entrenaba nunca.
Se encontraron los tres...
(Se ríe) Sí, claro. Yo ya tenía 31 y ellos eran pibes de 17. Yo le preguntaba a Villa: “¿porqué no corrés, no hacés gimnasia, no hacés abdominales?” y él se calentaba. Cuando a un pibe le das órdenes a los 17 años…Y el Pato estaba haciendo la colimba. Venía los viernes, venía solamente para jugar. Y ahí nos salvamos.










Entrevista a Humberto Maschio, campeón con Racing Club

Al ser Licenciado en Ciencias de la Comunicación me dije: "tengo que aprovechar y usar esto para algo..." Y se me ocurrió, después de hablar tantas veces con mi papá sobre Racing, que sería bueno que conozca en persona a aquellos jugadores que tantas alegrías dieron. Y de paso, aprovecho para sacarme algunas dudas y preguntar yo también. En realidad es una continuación de lo que arrancó Alejandro cuando lo llevó a ver al "Chango" Cárdenas. Sólo que yo trato de aportar la entrevista. Salió el siguiente reportaje: espero que resulte interesante. Si alguien, por algún motivo, quiere extraer algo de información de esta entrevista, se agradece que indiquen que el autor soy yo, gracias.

Entrevista a Humberto Maschio: (22 de mayo de 2013)
La conversación empieza unos minutos antes cuando le presento a Maschio a mi papá, y él le comenta que José “Pechito” Della Torre era parte de su familia. Della Torre fue un ex jugador del fútbol argentino, campeón como futbolista y DT en Racing y en la selección argentina. Fue muy amigo de mi abuelo y de mi papá. Después se da la siguiente conversación:
Humberto Maschio: ahora viene un amigo que es asesor del directorio del Standard Bank que ahora es chino y ahora lo invitaron a China. El es el asesor del directorio…Y fue a China unos días, estuvo en Londres y después se fue a Escocia en donde jugamos nosotros…Glasgow…
Héctor Pazo: ahh sí.
HM: tiene la camiseta de Racing, es fanático de Racing…
Marcelo Pazo: yo tuve una carrera relacionada al periodismo, Comunicación. Entonces me anoté unas preguntas por las dudas por si no se armaba una conversación pero veo que…
HM: (interrumpe) no, no, no… las preguntas hacélas.
HP: lo que pasa es que quiero contar lo principal. Entonces te cuento…siempre le hablo (se refiere a mí) del partido con Boca, el 3 a 2 y yo siempre decía: “mi viejo te admiraba muchísimo a vos. Mi viejo era un tipo super serio, tenía un cargo importante en Firestone, la fábrica de neumáticos, era hincha de Racing y socio pero era frío como la puta madre y el único gol que le ví gritar en mi vida se lo hiciste vos un 2 a 0 a Boca en el ‘57.
HM: un 2 a 0,mirá vos…
HP: bueno, yo siempre le decía (se refiere a mí) le hablaba de vos, del loco Corbatta, de Ruben Sosa y ¿sabés que? yo le decía: “el día que lo tenga delante al Chango (Cárdenas) le beso …
HM:… el pie.
HP: sí.
HM: sí ¿sabés qué? Ayer estuvo Martín acá…
HP: ¿Martín? Es de San Martín
HM: de Villa del Parque , Devoto…
HP: ¿y a qué se dedica?
HM: trabaja acá en Racing conmigo, estamos en relaciones públicas. Vamos cuando queremos…
HP: no, está macanudo…
HM: sí fenómeno y el Chango también igual…
HP: (lo interrumpe) te cuento lo que hizo un hermano de él. Me engañó. Me dice: “papá ¿cuando tenés tiempo libre?”, y le digo: “el jueves puede ser”, porque siempre me pide herramientas prestadas. Me dice: “una ferretería cerró y rematan las herramientas muy baratas. ¡Mirá la historia que se mandó! Me dice: “¿porqué no me acompañas vos que entendés un poco?. El jueves a la noche paso a buscarte”. Y agarra el auto y dale que dale, dale que dale. Estaciona el auto, yo te lo abrevio, golpea la puerta de un negocio y abre la puerta el Chango Cárdenas…
HM: no me digas…
HP: engañado me llevó…
HM: el Chango es muy simpático.
HP: sí, no lo hacía tan dado.
HM: el viene a ver a Racing todos los domingos que somos locales. Me pasa a buscar a mí y a un amigo mío y vamos a ver a Racing. Ahí va Martín. Rulli, que vive en La Plata, viene poco…
HP: es dentista.
HM: pero nunca ejerció. El ganó mucha plata con la chatarra.
HP:¿sabés quien se dedica a la chatarra en San Martín?: Mario Rodríguez.
HM: ¿el jugador de Chacarita?
HP: sí…
HM: y Rulli estuvo muy preocupado quince días porque tiene cuatro hijas y una de las hijas tenía un cáncer en los intestinos. Le quitaron unos cuantos metros pero gracias a Dios es controlable ¿Viste?. Recién ahora empezó a soltarse. Estaba mal…Nos encontramos de vez en cuando. Pizutti viene seguido acá.
HP: Martinoli tenía una verdulería en Quilmes.
HM: Martinoli por allá por Longchamps. Viene poco porque es muy lejos. ¿Sabés lo que hace? Los fines de semana es parrillero él. Después trabajaba en una casa que hacía cuadros. Trabajaba ahí y después dejó. Vive por esos lados, por Longchamps. A veces viene. Los que vienen seguro son el Chango, Martín, Rulli a veces y Pizutti. Pizutti los fines de semana que somos locales viene para buscar las entradas.
HP: Pizutti trabaja en seguros en Perú y Florida.
HM: también trabaja en el Banco Nación por eso lo ves por ahí.
HP: yo trabajaba en el Ministerio de economía y un día lo cruce…
HM: (lo interrumpe) tiene 86 años y está mejor que yo, sube las escaleras corriendo.
MP: ya se veía joven cuando los dirigía a ustedes, no había mucha diferencia de edad.
HM: el me lleva, yo te digo: seis años me lleva, yo tengo 80 y el 86. Ya los cumplí en febrero. Yo soy amigo de él desde que jugábamos. Inclusive cuando era técnico mío me trataba de usted en la cancha. Yo también a él, un respeto tremendo. Después venía a comer a mi casa y yo a la de él. Fue un gran técnico para nosotros.
HP: ¿sabés que te quiero decir Bocha? Yo del campeón del ‘66 creo que me perdí los dos de Rosario y uno más. Después las vi todas. ¿Sabés lo que te quiero decir? Siempre se habla de los jugadores. Arqueros la verdad: Carrizo, aunque sea de River.
HM: Carrizo era un fenómeno…
HP: habilidad, cintura: Ángel Clemente Rojas. Ahora cuando digo inteligente, sos el tipo más inteligente que vi para jugar al fútbol…
HM: ja, ja, ja…
HP: no es que eras menor jugador, tenías otras virtudes: tenías una pegada…pero tenías una cabeza…
HM: mentalmente era rápido.
MP: jugabas de 9.
HM: Claro, empecé de 9 yo.
HP: era una luz: si había que salir de contragolpe salía el contragolpe en dos pases cruzando la pelota…
HM: de joven era goleador: Empecé en Quilmes un año y salí segundo goleador.
HP: pero de Arsenal saliste…
HM: pero no de este (en referencia a Arsenal de Sarandí), de Arsenal de Lavallol.
HP: con el gordo Martínez.
HM: el gordo Díaz. Un fenómeno: era un adelantado el gordo. Nos llevó a Quilmes, después fuimos a Racing y ahí quedamos. Sívori, Angelillo y yo… Cap, Sívori y yo, y después vino Angelillo. Angelillo, un jugadorazo: acá lo vieron poco.
MP: pá, ¿te animás a contarle la anécdota de Martín que a mí me causa gracia?
HM: ¿Cacho Martín? Es más serio que la gran puta…ja, ja.
HP: pero mirá lo que te voy a contar… Yo soy (socio) vitalicio de Defensores de Belgrano. Había un 11 en Defensores de Belgrano, Hidalgo que era goleador, el titular. Y un día se corre la voz de que Hidalgo está lesionado y jugaba Goñi. Goñi jugaba con nosotros a la pelota, era amigo nuestro (en referencia a él y sus amigos de adolescencia). Se corre la voz de que juega Goñi: Goñi era un muchacho que jugaba con nosotros a la pelota pero jugaba contra Chacarita en San Martín. Chacarita tenía un equipazo: Restivo, Mario Rodríguez, Savoy, Mariotti, Peñotti, Roberto Moreno…Y ganó el Campeonato (de primera B) al galope. Y va Defensores a jugar: perdió 4 a 1 Defensores. Martín jugaba en Chacarita y estaba a punto de ir a Racing. Perdió 4 a 1, a los 20 minutos ya tenía 2 adentro Defensores…Y después, cuando terminó el partido, lo pasamos a buscar a Goñi: “Goñi, qué paso?”. Dice: “estábamos esperando para que el referi tirara la moneda y Martín me dijo: ‘pibe, yo soy Oscar Martín, estoy casado, con dos hijas y estoy a punto de pasar a Racing. Así que no hagas ninguna jugada complicada porque te rompo todo…’”.
HM: ja, ja…era jodido Martín. Yo siempre discuto porque la gente cree que Martín pegaba mucho. Técnicamente era mejor que Perfumo, que Basile, pero la gente lo conoce por eso…
HP: aparte era feo…
HM: yo viajo mucho con él. Aparte tiene cara de malo, viajo mucho con él. Y la gente le dice: “¡cómo pegas!” y enseguida se enoja: “¿vos me viste jugar? ¡qué carajo me viste jugar!”, enseguida se enoja, se enoja…Trabajábamos como adjuntos en Racing, y a veces me veía y no me saludaba…
MP: ¿se ofendía? ¿se enojaba él?
HM: se enojaba. El señor que va a venir acá tiene palco con el (ex) marido de Gracielita Alfano: Capozzolo. Y ahí vamos nosotros. Y le ofrece el palco y a veces pasa y ¡no lo saluda! Y me dice: “¿qué tiene Martín?”. “No le des bolilla que él es así”.
MP: es verdad que sabe con la pelota. En internet están los tres partidos de la Copa Intercontinental con una calidad de imagen más o menos, pero se ve bien que él es siempre la salida: lateral derecho y sale Martín.
HM: le gustaba cargar al rival. Una vez estaba, yo no lo he visto, me dijeron, fue contra el Santos de Pelé: (la pelota) le bajó (a Martín) al lado de Pelé, la pelota en el área, se arrodilló y la bajó con el pecho. Se levantó y salió jugando… Y me decían que a él le gusta cargar al rival. Una vez jugábamos con River, el marcaba al Pinino Más, en la derecha estaba Cubillas: jugaban los dos muy bien.
HP: ¿en Nuñez o acá?
HM: acá. Y lo gambeteaba: siempre le hacía la misma gambeta a Pinino. Y Cubilla le decía: “¡pero Boludo te hace lo mismo!” y Martín: “¡vení vos!”. Se vino Cubillas para acá y Cubillas esperaba la misma gambeta: se la hizo para el otro lado y lo dejó en el suelo. ¡Lo cargaba…lo volvió loco! Es terrible, es terrible...Y nosotros ahora mismo tenemos que tener cuidado a ver lo que decimos.
HP: hay que ver para donde agarra…
HM: ¡sí!, no sabés…Pero es bueno: es un corazón…
HP: ¿te viniste a Avellaneda?
HM: sí, yo vivía en Córdoba. Me vine a vivir acá y hace 17 años que estoy acá.
MP: ¿querés contarle lo de Rattin?
HM: dale, dale…
HP: iba al renovar el registro y estaba Rattin y en Vicente López hay que pasar por cinco o seis lados (para hacer el trámite). Íbamos juntos y estuve toda la mañana charlando con Rattin. Está bien, está bien él.
HM: yo tengo poco contacto pero Rulli es muy sociable, es de la Plata. Y él tiene los amigos de Gimnasia, de Estudiantes y el jugó en Boca, tiene muchos amigos de Boca. Y el otro día hizo un asado, digo hace como seis meses y fuimos varios e inclusive estaba Rattin, Marzolini, estaba de Independiente Santoro.
HP: Marzolini estaba en inferiores en Banfield…
HM: en Ferro. Él y Roma.
MP: te hiciste famoso en tu segunda etapa en Racing. El tema es cómo fue tu primera etapa: uno tiene una imagen de Maschio ya maduro, experimentado. El tema es que en algún momento empezaste…en el primer tramo de tu carrera en Racing.
HM. yo te explico. El primer tramo yo fui 9, pero no esos 9 clásicos clavados en el área sino tirándome atrás, juntándome… Fui goleador en Quilmes: segundo goleador del campeonato. Él primero nunca me lo olvido fue Cándido González, un 9 de Tigre: uno grandote, veterano. Fue goleador y yo segundo. Después hice el primer año en Racing, debuto, juego los tres primeros partidos en primera solo. Después bajo, no a la reserva, sino a la tercera. Ahí salimos campeones de tercera con Anido, Chancaleu, De Vicente. Y después en el segundo año con “Pechito” Della Torre, yo jugaba de 9 y salgo segundo goleador del campeonato. Primero salió Mazzei, uno de Rosario. Segundo yo con 18, era bastante goleador. Estaba Raúl Ongaro a finales del ‘55, después viene Angelillo y él me pone a mí de 8 ya Angelillo de 9. “Corbatita” siempre tirándose atrás. Yo jugaba más bien adelantado siendo 8 y hacemos goles y todo. Vamos al Sudamericano en Lima: Corbatta, yo, Angelillo, Sívori y Cruz de Independiente, y ahí también salgo goleador. Tengo el record todavía actual: 9 goles en 6 partidos. Salimos campeones. Pero ¿qué pasaba?: tenía a Corbatta que se tiraba atrás y te la pasaba a medida. No es como ahora que tiran los centros a cualquier lado. El te la ponía en la cabeza, en los pies, en cualquier lado…un fenómeno. Y después me voy a Italia y yo sigo siendo 8 medio adelantado pero...
HP: al Bolonia.
HM: al Bolonia. Yo era medio lento y allá se prendían…se pegaban y chau…
MP: es otro ritmo.
HM: me costaba…Tal es así que me venden al Atalanta a préstamo un año. Voy al Atalanta y hay un técnico nuevo: Valcareggi, creo que después dirigió a la selección…Y justo llegamos los dos juntos. Vivíamos en el hotel, comíamos juntos. Y, antes del campeonato, me dice: “Humberto: yo te voy a dar la misma posición de 8 pero vas a jugar distinto”. Yo tenía bastante visión. “Más te tirás atrás, mejor ves el partido. Vos tenés buena pegada, no sos muy veloz pero tenés visión de juego, sos rápido mentalmente”. Y yo digo bueno…Y ahí empecé a andar en ese puesto. Me daba libertad y me movía por todos los lados de la cancha. Fantástico. Tipo Di Stéfano, salvando las distancias ¿no? Y ahí me empecé a manejar bien. Dentro de mi puesto hacia bastantes goles, hacia 10 u 11 por temporada. Era mucho en Italia.
MP: y con Sívori y Angelillo, a los que nombraste, jugaste en la selección, ganaste un Sudamericano y ustedes tres eran como Messi, Agüero y Tévez…
HM: (interrumpe) sí, sí, éramos como las estrellas de la época. Ese trío quedó en el recuerdo. Tal es así que yo voy en 1989, antes del Mundial de Italia, hacen las 7 maravillas de cada país: del deporte y de la vida. De la vida del país ponen a Miss Argentina, las cataratas, el Perito Moreno, unas cosas maravillosas…y del deporte estaban Maradona, Alfredo Di Stéfano, y terceros nosotros en cada club. Después estaban la selección de Menotti, la de Bilardo, Cesarini y bueno: éramos 7.Y esa selección quedó en la historia: sobretodo esos tres. Es inolvidable. Todavía nos recuerdan como todavía nos recuerda la gente de Racing por el Campeón del mundo del ‘67. Así que son lindos recuerdos, realmente…Pero ya había tenido otro juego cuando vine de Italia. A mi cargaban siempre el Chango, el Panadero (Díaz)…
HP: ¿porqué te cargaban?
HM: me decían: “que viniste ¿a robar?”. Pero después se dieron cuenta porque un día estábamos dando vueltas y ellos, que eran los más jóvenes y los más jodones los dos, el Panadero le decía al Chango: “vamos a dejarlo al viejo atrás, vamos”. Y yo corría atrás de ellos y no aflojaba, físicamente estaba fenómeno. En cierto momento los paso y les digo: “muchachos: me parece que ustedes van despacio, chau” y me querían matar…”¡vení viejo hijo de puta!” ja, ja, ja…
HP: Ojeda era el preparador físico.
HM: Rufino Ojeda. Era un hombre maravilloso. Dicen que era medio afeminado pero con nosotros era maravilloso. Era una suavidad, una dulzura, un tipo extraordinario, era una cosa…Los pibes lo cargaban los más jóvenes.
HP: pero ustedes tenían un estado físico impecable.
HM: pero el se conectaba con Alemania en esa época. Costaban las comunicaciones en esa época, pero él se conectaba mucho con Alemania. Y practicábamos mañana y tarde. Cuando yo me voy para Italia sufro la preparación física. Allá (en Italia) era distinto. Acá (en Argentina) entrenábamos martes, miércoles y viernes en esa época. Tres días. Allá, llego justo para la pretemporada, no te imaginás…mañana: a correr a fondo. Bum, bum, bum. Todos los días. Después de desayunar, a descansar. Antes de almorzar: potencia una hora y la tarde gimnasio. Nada de pelota. Una semana sin pelota. Era un pueblito y a la noche te daban permiso una hora: “muchachos, vayan a tomar un café. Tienen una hora”.
MP: ¿esto era en Bolonia?
HM: en Bolonia, sí. Yo me iba a dormir. Los jugadores se iban a tomar un café, a hablar…pero yo me iba a dormir. En cambio cuando vengo de Italia acá con el profesor Ojeda no sentí la diferencia. Nos mataba el profe. Un fenómeno…
MP: y allá en Bolonia y Atalanta frente al Inter y Fiorentina, en donde estuviste después: ¿notaste alguna diferencia entre jugar en un “grande” y un “chico”?
HM: cuando llego al Bolonia, que fue un grande entre los años ‘33 y ‘35, el presidente era Dall’ Ara. Nos llamaban “Lo squadrone che tremare il mondo fa”: “el equipo que hacía temblar al mundo”. (Bolonia) estuvo años sin que pasara nada. Llegamos nosotros, (el presidente) arma un equipo bastante…compra dos jóvenes con gran futuro italianos: Mialich y Bodi, compra un jugoslavo: Vukas de 30 años que jugaba muy bien, un 10. Y a mí. Jugábamos, jugábamos, jugando de local con la Fiorentina el clásico perdemos 3 a 0 de local. Le agarró el primer patatuz al presidente, era un hombre viejo, era un mujeriego. Había un pibe lindo, Pascutti y yo, nos defendíamos con las chicas y a los dos nos decía: “y ¿las chicas? ¿cómo andan? Ustedes dos no juegan bien por esto…” Un mujeriego bárbaro, le agarró el primer patatuz. El Bologna sigue y en 1961 o 62 yo estaba allá (en Italia). Llega la final con el Inter: son los dos primeros. Tienen que jugar la final un miércoles y el Bolonia sale Campeón. El tipo se muere antes: el martes. No vió salir campeón al Bolonia, un hombre que fue presidente 30 años: Dall’ Ara. De los autos Dall’ Ara, de los autos de carrera. Era un mujeriego el viejo…lleno de plata. Cuando llego a Bologna estaba destruída la ciudad, bombardeada (después de la Segunda Guerra Mundial). Porque era un centro ferroviario muy importante y lo bombardearon, había edificios destruídos todo…La gente, muy alegre, muy sociable, les gustaban las bromas. Bolonia era simpática. Después voy al Atalanta.
MP: en el Inter estaba Helenio Herrera que era el “rey del catenaccio”…
HM: el “catenaccio” él se lo atribuyó. El “catenaccio” lo descubrió un suizo: mister Rappan. Pero en Italia jugaba todo el mundo igual, no sólo Herrera. Con líbero, el stopper, los dos marcadores de punta, el 5 que te encimaba…
MP: pero él consiguió los títulos…
HM: ¡era buen técnico!
MP: y ahí fuiste vos de 9…
HM:(interrumpe) no, yo fui de 8 pero él no me quería, él no nos quería. Era argentino pero no nos quería a los argentinos. A Angelillo lo arruinó él. Angelillo tiene el record de Italia, 32 goles en 32 partidos. Se enamoró de una bailarina, de una cantante de nombre Lía López muy bonita y mayor que él y salía mucho con ella. Y este sinvergüenza (en referencia a Herrera) quería ser ídolo él. Angelillo era super ídolo, sabía que salía con esta chica. Antonio (Angelillo) andaba mal físicamente y (Herrera) le dice: “Antonio: tomáte una semana de vacaciones así te recuperás, volvés bien y todo”. Y se fue con la novia a Venecia: ¡te imaginás! Él recién enamorado, ella le llevaba seis o siete años. Mirá lo que le hace: viene un lunes, entrenan el martes y le dice: “mañana jugás vos”. “Pero mister, estuve una semana parado y tengo solo un entrenamiento…”. “No, pero jugá que vas a ver…”, llamó a todos los periodistas. ¡(Angelillo) no se podía mover! Llamo a todos los periodistas y les dijo: “ese es el ídolo de ustedes: mírenlo”. No pudo levantar las piernas: lo mató. Se tuvo que ir de Milan. Un sinvergüenza. Me acuerdo cuando Herrera casi se ahoga porque le gustaba la pesca y le digo: “Antonio: ¡casi se ahoga Helenio Herrera!”. Y me dice: “si estaba yo lo piso así se ahoga en serio…”. A mí no me caía mal, era tan buen profesional que me respetaba mucho. Me ponía de visitante a mí. Ya en ese tiempo jugábamos con el 4-4-2, con 4 volantes…
HP: me hacés acordar a una cosa de “Pechito” Della Torre. En Defensores había un 4: Marenda que jugaba muy bien. Te imaginás con el arquero, Sanbucetti, a los 20 años, el era modelo… Resulta que un día lo agarra un 11 de Chicago, Alcibar. Ese 11 lo agarró a Marenda, ganó 4 a 0 Chicago y José (Della Torre) estaba de técnico y yo le digo: “¡José! Y Marenda…” y yo todo caliente y José dice: “No, lo voy a dejar”. “¿Para qué?”. ”Porque así pasa vergüenza y todos lo van a reputear”.
HM: Pechito era un tipo que hablaba con lunfardo, era un tipo canchero…un fenómeno.
MP: respecto de cuando te convocaron a la selección italiana…
HP: (interrumpe) jugaste en Chile para Italia. José (Della Torre) estaba de ayudante del Toto Lorenzo (dirigiendo a Argentina en ese mundial)…
HM: estaban en Rancagua. Bueno, nosotros en el ‘58 teníamos experiencia después de estar un año y pico en Italia podíamos jugar para la selección que jugaba en Suecia: no nos llamaron. ¿Sabés porque no nos llaman?: el presidente era Raúl Humberto Colombo. Dice: “en Argentina hay muchos jugadores como esos”. No nos llamo a ninguno. ¿Sabés que bronca? Después el ‘62: mundial de Chile y tampoco nos llaman. A mí me llaman a último momento de Italia porque se lesiona Boniperti, era un 8 de gran categoría que después fue presidente de la Juventus. Yo jugué cinco partidos, fui capitán un par de partidos…jugué cinco partidos nada más, me llamaron a último momento.
MP: ¿estaban obligados a nacionalizarse? ¿O era una ventaja?
HM: claro, tenía doble nacionalidad.
MP: porque se que Manfredini fue el único jugador argentino que, en esa época, se puso duro y digo que no…
HM: nosotros sí por el desprecio que nos dieron en Argentina. No nos dieron ninguna posibilidad…
MP: pero ustedes tenían mayor nivel y experiencia que los que jugaban en Argentina…
HM: teníamos experiencia, conocíamos toda Europa…y después jugué para Italia y cuando vengo en el ‘66 y Lorenzo me quiere llevar a la selección argentina para ir a Londres (mundial 1966). Pero salió una ley que el que había jugado un mundial para un país no podía jugar para el otro. A Navarro Montoya creo que le pasó algo parecido…Un placer, muchachos.
HP: fue algo inolvidable y gracias por todo lo que me hiciste disfrutar.
HM: no, al contrario.
HP: el futbol de hoy es distinto…
HM: (interrumpe) era distinto, era más “lindo” antes el fútbol. No digo ni mejor ni peor. Era más “lindo”. Nosotros jugábamos en Independiente e ¡ibamos caminando! Y nadie te decía nada…Desde la cancha de Racing caminando…
MP: y ahora es más violento…
HM: tenés que ir en micro, la policía, por dos cuadras…
HP: Bocha, la última en serio: para mí, de lo que yo ví, lo mejor Pelé y Maradona ¿y vos?
HM: yo Di Stéfano, Pelé, Maradona y ahora Messi. Messi, para mi es mejor que todos.
HP: ¿mejor que Maradona?
HM: sí, para mi sí. Es una opinión personal.
HP: bueno. Chau Bocha, gracias…